Mitos y realidades de los centros de datos
Mito 1: hoy todo está en la nube; ¿para qué sirven los centros de datos?
Aunque se conozca como “la nube”, en realidad consiste en instalaciones en todo el mundo, muy sólidas y seguras. Son conjuntos de centros de datos interconectados para intercambiar información y hacerla llegar a los usuarios. Esos centros de datos actúan además como una red de respaldo en caso de que surja una incidencia y se produzca un corte de energía o un fallo en las comunicaciones. De esta forma, se protege el servicio para que no sufra caídas y asegurando la resiliencia de los servicios, ya que muchos de los datos que se interconectan lo hacen en tiempo real.
Esas “nubes” son en realidad servidores físicos alojados en centros de datos, utilizados para intercambiar contenido, almacenar y procesar información. Es esta infraestructura IT hiperconectada la que nos facilita trabajar desde casa, estudiar a distancia o acceder a contenido audiovisual y comprar online. Estos centros de datos donde las empresas interconectan los servicios con sus usuarios son conocidos como especializados o de servicios de colocation.
Existen varias categorías de centros de datos, entre ellas los llamados hiperescalares, como los gestionados por Apple, AWS, Meta, Google o Microsoft. Debido al crecimiento mundial de usuarios online, de servicios cloud y de consumo de contenido, los gigantes de internet expanden sus centros de datos para reducir la latencia y aumentar su capacidad de servicio.
En el caso de España, el país ha experimentado un boom en la construcción de centros de datos hiperescalares y de servicios de colocation en los últimos años. En menos de un lustro se han duplicado las instalaciones de la década anterior. Solo en 2022 se inauguraron 15 centros de datos. Estas expansiones, junto al crecimiento de la economía digital local han sustentado la formación de un nuevo nodo digital en el sur de Europa.
Mito 2: los centros de datos no generan crecimiento económico
Como decíamos, nuestra economía es hoy más digital que nunca. Y cada una de nuestras acciones online pasa por uno o más centros de datos: los cimientos de la economía digital son hoy las telecomunicaciones, los servicios cloud y los centros de datos donde todo se conecta y se produce el procesamiento de la información.
Estudios recientes sobre la economía digital señalan que las inversiones en centros de datos tienen un impulso vital en la economía regional. El impacto en el PIB español de los centros de datos fue del 2,49% del PIB en 2022 (+73 mil millones de euros). Por ello, es vital unir esfuerzos entre empresas y administraciones públicas para impulsar la inversión y facilitar el desarrollo de infraestructura para la economía digital, creando nuevos ecosistemas tecnológicos. Con las condiciones adecuadas, en los próximos cinco años las inversiones pueden alcanzar más de 3 mil millones de euros, con el consiguiente beneficio para todos los sectores involucrados.
Mito 3: los centros de datos no crean empleo
En el mercado laboral se producen también efectos promovidos por la expansión de la infraestructura crítica que sostiene los servicios cloud. En el caso específico de los centros de datos, la construcción de uno solo de ellos puede generar cientos de puestos de trabajo. Esto es debido a que más allá de los puestos en el mismo centro de datos, están todos aquellos que se generan en las empresas proveedoras de servicios de mantenimiento para los sistemas eléctricos y de refrigeración, así como servicios de seguridad y de limpieza. Se estima que hasta 2026 el sector necesitará más de 2 mil profesionales para cubrir las necesidades de esta expansión de los centros de datos en España.
Además, en cuanto a empleos indirectos hay que sumar la creación de los trabajos para la construcción del edificio y aquellos relacionados con la provisión de los elementos para su equipamiento.
Por otra parte, es relevante destacar la necesidad de capacitación para el sector, especialmente en carreras de formación profesional en sistemas de distribución eléctrica y de refrigeración. La expansión de infraestructuras críticas y el crecimiento acelerado de la economía digital trae consigo una demanda importante de profesionales. La tendencia al aumento de la actividad online continuará en aumento, ya sea para trabajar, aprender o en el tiempo de ocio, y por tanto la economía digital requerirá más profesionales.
Mito 4: los centros de datos consumen mucha energía
Como resultado de la expansión de la economía del dato, la cantidad de datos que se generan, procesan y transmiten crece a gran velocidad. A medida que se necesita mayor capacidad de computación y almacenamiento, las empresas migran sus equipos a centros de datos especializados (colocation). Gracias a esta estrategia, se aumenta la eficiencia energética, ya que estos centros de datos tienen mayor capacidad para gestionar un consumo eficiente de los recursos eléctricos y de refrigeración.
La Agencia Internacional de la Energía (IEA) en recientes estudios indica que importantes mejoras en la eficiencia han permitido limitar el crecimiento en la demanda energética proveniente de centros de datos a nivel mundial (representa actualmente entre el 1 y el 1,3% de la demanda mundial de energía). Sin embargo, el tráfico de internet ha crecido desde 2010 más de 25 veces. Si la tendencia en la mejora de la eficiencia se mantiene, la demanda energética global de los centros de datos podría experimentar un crecimiento moderado, a pesar de la expansión constante de los servicios digitales.
Mito 5: los centros de datos no son sostenibles
Los centros de datos son impulsores de la generación de energía verde. Con el foco de sus operaciones en la eficiencia energética y la sostenibilidad, apoyan las iniciativas que contribuyan a la generación de nuevas fuentes de energía renovable.
Digital Realty cuenta con cuatro centros de datos en Madrid alimentados con energía 100% de origen renovable certificado. Por esta razón, la energía utilizada para alimentar los equipos IT de los clientes y la refrigeración de las salas técnicas produce cero emisiones de dióxido de carbono, contribuyendo así a la reducción de la huella de CO2 de nuestros clientes.
Calculamos además nuestro desempeño ambiental anualmente, ya que hay otras actividades en el centro de datos que generan CO2 en pequeña escala. Son, por ejemplo, el consumo de combustible de los grupos electrógenos y del utilizado en traslados del personal, los gases de equipos de refrigeración, la gestión de residuos o los viajes de negocio (avión o tren). Este cálculo, incluyendo emisiones de alcances 1, 2 y 3 es verificado y certificado mediante una consultora externa.
Con estos resultados anuales compensamos dichas emisiones mediante proyectos de absorción de la huella de CO2 en plantaciones de bosques autóctonos localizadas en España. Estos proyectos se inscriben posteriormente en el MITERD.
Los objetivos de sostenibilidad son un camino por recorrer, en un esfuerzo conjunto con proveedores, personal y clientes para sustentar el alcance de sus propias iniciativas. En esta ruta de aprendizaje y mejora buscamos hacer un uso responsable de los recursos para ofrecer soluciones de alta eficiencia y satisfacer las demandas de un mundo hiperconectado.