Los lazos que nos unen: por qué es necesaria una interconexión global
Para las empresas de hoy en día estar conectado no es suficiente. Para subsistir y mantener a los clientes y empleados satisfechos ahora y en el futuro, las empresas necesitan promover, gestionar, conservar y defender la verdadera interconexión. El mundo está cada vez más interconectado. Las empresas que lo acepten y se adapten estarán mejor posicionadas para prosperar.
¿Qué es la interconexión y en qué se diferencia de la conectividad?
La interconexión es una estrategia IT que permite a las empresas intercambiar datos de forma directa, privada y segura.
Para profundizar en esto, considere cómo ha sido la conectividad durante la mayor parte de la historia de la humanidad: si dos personas conversaban tanto en la plaza de un pueblo como por teléfono, las comunicaciones estaban ligadas a un lugar físico y a un número finito de personas.
En cambio, el concepto de interconexión implica que muchas personas colaboran entre sí a través de una red con topología de malla mediante una conectividad omnipresente. Con la interconexión, todo y todos están conectados entre sí, y la comunicación (y la colaboración) se produce en tiempo real. La conectividad solía ser física y centralizada. Pero, para que las empresas tengan éxito (y mantener el ritmo) en una economía en rápida evolución, necesitan ir más allá y adoptar a fondo la estrategia de interconexión.
¿Qué aspecto tiene hoy la interconexión mundial?
Una vez definida la interconexión en sentido amplio, podemos echar un vistazo a lo que ocurre en segundo plano en las empresas interconectadas de hoy en día.
Para empezar, los días de un eje central de operaciones han quedado atrás. En lugar de una ubicación que sirva de núcleo para toda la infraestructura de redes y soporte de la organización, ahora hay varias instalaciones, como salas de servidores, centros de datos, centros de operaciones de red, etc., conectados sin interrupción entre sí, todos ellos con el soporte de un equipo global y distribuido.
Esto significa que, cuando se trata de topologías de red, los modelos de centro y radio de antaño ya no son aplicables. Ahora todo está conectado en red entre sí, y las conexiones punto a punto no pueden proporcionar una verdadera interconexión.
Por supuesto, ayuda que todo esté en la nube, que ha hecho que el hardware y el software estén disponibles globalmente y desconectados de cualquier ubicación física. Por algo se espera que los ingresos del mercado de cloud pública alcancen los 690.000 millones de dólares en 2024, según Statista.
La interconexión ha cambiado incluso los acuerdos de nivel de servicio. La disponibilidad por sí sola ya no basta: los usuarios finales de hoy necesitan también velocidad. Si la red no puede funcionar con la rapidez que los clientes y los empleados necesitan, entonces es básicamente como si toda la red estuviera caída.
7 ventajas empresariales de la interconexión
¿Cómo nos beneficiamos de esta mayor interconexión? Al adoptar la interconexión cloud global en una era de transformación digital, las corporaciones pueden obtener los siguientes beneficios:
1. La interconexión permite una colaboración más fluida
Hoy en día, los negocios no sólo se desarrollan de 9 de la mañana a 5 de la tarde, de lunes a viernes, en una oficina central. Con equipos distribuidos por todo el mundo, una mayor movilidad y la demanda de soporte y servicio casi constante de los clientes, las empresas no pueden detenerse nunca. La interconexión global garantiza que los equipos puedan colaborar y seguir siendo eficientes independientemente del lugar en el que se encuentren, la hora que sea o el dispositivo que quieran utilizar.
2. Menos propensos a errores o tiempos de inactividad
Una red basada en interconexión global es mucho más resistente que una sustentada sólo por conexiones punto a punto. Aunque una parte de la red se caiga o sea propensa a errores, la naturaleza de una red interconectada garantiza que las demás líneas de comunicación y colaboración permanezcan intactas. Teniendo en cuenta el coste de las caídas de la red, esto puede significar la diferencia entre un día rentable y millones en costes inesperados. El coste medio de solo una hora de tiempo de inactividad de la red en 2017 se situó en 100.000 dólares, y es probable que hoy sea aún mayor y siga creciendo.
3. La interconexión reduce la latencia
La velocidad es el nombre del juego hoy en día. Si una red no es rápida como el rayo, en muchos sentidos da igual que no funcione. Una red interconectada garantiza que los datos viajen por rutas óptimas en todos los casos. Además, con una arquitectura de red distribuida, los datos no necesitan viajar desde un punto central a todo el resto de las ubicaciones, sino que pueden almacenarse donde se requieran. Los datos de alta disponibilidad se ubicarán en el extremo, reduciendo el tiempo necesario para ponerlos a disposición del usuario, y los datos a los que se accede con menos frecuencia y que no son sensibles a la latencia pueden mantenerse de forma centralizada.
4. Aprovechar al máximo las ventajas de la virtualización a escala
En 2019, aproximadamente uno de cada 10 dólares se invirtió en software destinado a la virtualización. Sin embargo, para que los interesados aprecien plenamente los beneficios de la infraestructura o conectividad virtualizada, debe existir una red basada en la interconexión cloud, que garantice el acceso ilimitado y el ancho de banda para los activos virtualizados.
5. Despliegues simplificados
Esto, al principio, puede parecer contraintuitivo. Después de todo, si una red interconectada implica más conexiones de red y puntos finales que antes, ¿cómo puede ser más sencilla de desplegar? Pero, gracias a los servicios cloud y de red externalizados que ahora se están convirtiendo en la norma, las empresas pueden obtener más fácilmente los beneficios de la interconectividad sin implementar nada adicional en lo que se refiere a hardware, software o infraestructura física.
6. No depender de ningún proveedor
En el pasado, incluso las empresas más grandes tenían probablemente uno o dos proveedores de telecomunicaciones, un sistema operativo, un fabricante de hardware y el mismo tipo de software en toda la organización. Esos días han quedado atrás. Esto ayuda a la resiliencia, ya que es muy poco probable que los problemas que surjan con un proveedor provoquen daños duraderos. Por ejemplo, si en una oficina el acceso del operador dedicado dejara de funcionar durante un día, dicho centro podrá recurrir a otras opciones de conectividad dentro de su red interconectada, como puede ser el uso de tecnología de red definida por software (SDN) para ofrecer conectividad alternativa casi en tiempo real.
7. Capaz de soportar IoT
Pocas tendencias están teniendo un impacto tan grande como el Internet de las Cosas. Según Gartner, en 2020 había en el mundo más de 20 mil millones de objetos conectados a internet. Sin embargo, para que todos estos nuevos terminales funcionen según lo previsto, necesitan una conexión constante con el resto de la red, que puede ser proporcionada por la interconectividad.
Superar los obstáculos logísticos de la interconexión mundial
Por supuesto, la interconexión global no está exenta de problemas potenciales. Antes de que una organización pueda valorar plenamente cualquiera de los atributos positivos de la interconexión, debe resolver primero los posibles problemas.
A menudo, puede resultar difícil mantener y supervisar todo lo necesario para las interconexiones cloud. El soporte IT distribuido globalmente puede ser difícil de coordinar eficazmente, y a las empresas les puede resultar excesivo mantener un equipo de redes de tales dimensiones. Este tipo de problemas logísticos abundan con la interconexión, especialmente para empresas que siguen atadas al pensamiento y los flujos de trabajo basados en la conectividad. Quizá lo más importante sea la falta de supervisión central que a veces puede darse en una red tan extensa, que puede dificultar el cumplimiento y la ciberseguridad. Según cifras de Accenture y el Ponemon Institute, los costes anuales relacionados con la ciberseguridad alcanzan casi los 12 millones de dólares, y han crecido más de un 22% anualmente.
El gran ancho de banda también es un problema con el que hay que lidiar en una red interconectada. Con más dispositivos y más usuarios que aprovechan un mayor número de aplicaciones de gran ancho de banda, como vídeo, VoIP y aplicaciones SaaS, incluso una red con múltiples conexiones redundantes puede a veces tener dificultades para mantener el ritmo de cargas de trabajo en constante aumento. A menudo puede convertirse en un interminable juego de ponerse al día, con los equipos luchando por añadir suficiente ancho de banda para satisfacer necesidades siempre en aumento.
Sin embargo, uno de los mayores obstáculos de la interconexión global no tiene nada que ver con la tecnología o las redes. ¿Cómo se establece un ecosistema interconectado que abarque todo el mundo, y al mismo tiempo, cumpla con todas las leyes y normativas de cada una de las zonas geográficas que toca?
En concreto, puede resultar difícil garantizar que determinados datos sólo se almacenen y utilicen en zonas geográficas específicas, cuando ese nivel de localización va en contra de la propia naturaleza de la interconectividad. Promover instancias de interconexión global resulta más complejo cuando ciertas herramientas o conjuntos de datos están restringidos legalmente a determinadas regiones.
¿Cuál es el futuro de la interconexión?
A pesar de posibles dificultades, las empresas y sus interlocutores deben esperar más interconexiones. En un futuro inmediato, las redes y la IT corporativa estarán más interconectadas y con menor nivel de centralización que antes. La conectividad multicloud es ahora la nueva norma.
A medida que la interconexión se generaliza, dispositivos y aplicaciones que ahora parecen improbables se harán realidad. La inteligencia artificial, la realidad aumentada y el soporte ubicuo de redes y dispositivos inalámbricos serán posibles a gran escala gracias al aumento de la interconectividad.
Para llegar a esta etapa, será necesaria una mayor dependencia de las empresas del soporte externo. Con el fin de implementar estos proyectos de conectividad y mantenerlos a pleno rendimiento, las organizaciones tendrán que apoyarse en el soporte de terceros y en servicios de interconexión dedicados como es ServiceFabric™ de Digital Realty, para interconectar centros de datos y servicios cloud con una arquitectura de sistemas distribuidos.